“Yo no discuto, testeo”. Esta frase resume perfectamente la cultura de los datos. El ejemplo más palpable de la aplicación de esta cultura son los Test Experiments, en donde se comparan varias versiones de una misma página para determinar cuál de ellas se desempeña mejor en relación a nuestros objetivos.
Es muy común oír discusiones acerca de cómo debe ser una página: colores, textos, títulos, imágenes, llamadas a la acción…
Un ejemplo típico: el diseñador insiste en el botón de “Agregar a la cesta” debe ser azul (porque el color corporativo es el azul), y el responsable de ventas online quiere que se ponga en rojo.
¿Porqué no testear ambas versiones, y quedarse con la que genera más adiciones a la cesta? De esta forma, estamos dejando la decisión en manos de los usuarios, que son los que usan el botón.
Lo que sigue, a diferencia de otros pots, es más práctico que analítico. Vamos a ver cómo plantear y poner en práctica un experimento. El objetivo: demostrar lo fácil que és, y lo mucho que se puede ganar. Anímese!