Cuando una empresa decide abrir una sucursal, suele pensárselo mucho. Una acción de ese tipo responde a una necesidad clara de expansión y se lleva a cabo siempre y cuando las expectativas de ganancia valgan la pena. Así que, por lo menos, se invierte tiempo en estudiar los costes, y definir objetivos.
Es sorprendente la cantidad de veces que un cliente solicita el desarrollo de una web sin tener claros ni costes, ni objetivos. Y publicar una web es como abrir una sucursal. Abierta los 365 días del año, las 24 horas del día, y a la que pueden acceder clientes desde cualquier parte del mundo.