Analítica web: la propiedad de los datos


La herramienta de análisis que mejor conozco es Analytics, de Google. Es muy completa, y gratuita. Su desventaja es que los datos se los queda Google. La alternativa de pago más parecida es Urchin (de hecho, Analytics es una versión de Urchin). Su ventaja principal es que los datos se quedan en manos del cliente. Otras herramientas de análisis conocidas, y de pago, son Webtrends y Onmiture.

Hasta la fecha, Google no ha hecho nada escandaloso con los miles de datos que recoge de los sitios que han instalado su trozo de código javascript de seguimiento. Como mucho, ha implementado un informe, en el apartado Usuarios, que compara el rendimiento de la web analizada con sitios de un tamaño similar. Incluso es posible refinar la comparación seleccionando de una lista de categorías muy completa, el sector de negocio de la web.

Además, los datos son «anónimos». Uno no sabe con qué sitios están comparando su web. Por último, cuando se abre una cuenta de Analytics, el sistema pregunta si estás dispuesto a los datos pasen a formar parte de la BBDD de comparativas. No en esos términos, pero en fondo es eso.

Yo, por defecto, digo que sí, a no ser que el cliente me diga lo contrario. Pero por lo general el cliente no opina sobre este punto. Si está dispuesto a que se marquen las páginas con Analytics, un paso más en la «donación» de datos a Google importa poco.

Hay empresas que se niegan rotundamente a que sus datos de negocio queden en manos de un tercero. Es comprensible. La alternativa, como apunto arriba, es una herramienta de pago, instalada en local, y no en la nube.

Sin embargo, entre obtener datos estadísticos de forma gratuita, aunque sea «donando» los datos, a no contar con ellos en absoluto (las herramientas de pago suelen ser muy caras), prefiero la primera opción.

No creo que Google arriesgue su posición, su nombre y su reputación cometiendo la estupidez de utilizar en provecho propio, (vendiendo, por ejemplo) la información de los miles de usuarios que han confiado en su sistema de medición. Aunque, por otro lado, ya ha metido la pata hasta el fondo con el caso de la recolección de datos WiFi mediante el famoso cochecito del Street View.

Sin embargo, no me gustaría desanimar a nadie. Si usted tiene una web y no quiere gastarse un dineral al mes para saber cómo van las cosas por ahí dentro, tírese a la piscina y márquela con el código de Analytics.

Si su negocio prospera y llega el momento en que se pueda permitir una herramienta de pago, pásese a ella (eso sí, olvídese del histórico, y de que los datos coincidan… Y no pierda el tiempo intentando comprender porqué no son iguales).

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