Web, web, web…
¿Qué es una web? No lo tengo claro, y llevo más de 10 años haciéndolas.
Decir esto puede ser peligroso. Los que lean este post pensarán que si no sé qué es una web no vale la pena seguir el blog. Pero antes de abandonar la página, permítanme explicarme.
Veamos… ¿Existe una definición de web que sea aplicable a todo lo que podemos encontrar en Internet? Evidentemente, no. Facebook no es “una web”, por ejemplo, y Twitter tampoco. Son “redes sociales”, estrellas de lo que se conoce como web 2.0, un término acuñado para definir una realidad que incluye a los blogs y a los wikis, entre otras cosas.
Sin embargo, he visto blogs que parecen webs, y webs que parecen blogs. En Facebook pueden darse de alta cuentas corporativas, y la Wikipedia es, en sí misma, una web, pero que vive del concepto 2.0.
Así que nos encontramos ante un término esquivo (el de web), lleno de ambigüedades, en donde las diferentes manifestaciones de lo que se puede encontrar en la Red se entrecruzan y se nutren unas de otras.
¿Y a qué viene todo esto? Bueno… es una especie de punto de partida en el que manifiesto mis propios límites. Hablando claro: nada de lo que diga en este blog debe ser tomado al pie de la letra, ni tenido por cierto sin una reflexión crítica. Si a estas alturas aún me es imposible dar una definición clara de web, puede que lo que diga de ahora en adelante carezca de valor. Definitivamente, no serán verdades absolutas.
Mi intención es repasar uno a uno los diferentes tipos de web que conozco y que he desarrollado a lo largo de mi vida profesional en Filmac. Pienso destacar sus principales características, y los puntos que deben tenerse en cuenta durante su desarrollo.
Por cada punto que trate, otros 10 se quedarán en tintero… Por olvido, o por desconocimiento. Animo a quienes lean los post a corregirme.